lunes, 15 de junio de 2009

Para Quien Alguna vez Amó

Te quiero, como quiero volar, te quiero.

Te deseo, tus besos están libres y sin dueño, salvajes y guardados.

Quiero tus besos. Añoro tu risa, añoro tu piel. Huelo la fragancia de la mañana, huelo el rocío de las plantas, quiero oler tu piel.

Camino por la playa, por el parque, por la casa, el viento toma de mi mano y me lleva a pasear. Me deslizo por la cama, busco tu huella en la sábana donde nunca estuviste. Busco tu voz, tu existencia y tus zapatos. Encuentro silencio, soledad y dos espacios vacíos. Siempre pierdo. Nunca encuentro. A veces tengo y quizás regalo. Tú enseñas, yo te escucho. Tú aprendes, yo me río.
Cuesta estar radiante, duele sonreír. Pero hoy estoy feliz, y fue tu culpa.
Hoy estoy de cara al pasado y es por ti. Hoy quiero amar y te doy las gracias.
De nada, de nada sirve el tiempo sin ti. Mi cuerpo se inmuta, se retuerce y plasma tus caricias. Te odio, porque no estás aquí. Te odio, porque no me gusta odiar cuando odio.

Te odio y no puedo. Te odio y no existe el odio. Te odio y me suena a amor. No puedo odiar, no puedo sentir y no puedo calmar. Pero puedo respirar aún. Tal vez te regale un suspiro o un hálito de esperanza. Quizás te bese tarde, quizás te pierda luego. Pues doy sin ser.


No escucho tu canción y no escucho la brisa. Escucho tu palpitar y tu mirada, tu alegría y tus celos. Soy porque tú eres. Eres porque soy como tú quieres. No estás, pero te siento. Estoy pero espacio no invado.
Quiero estar y quiero no ser como soy, pero si así lo fuera, no me querrías sin ser lo que soy y yo no te amaría sin estar. Amar es a lo que aspiro. Aspiro a tenerte y a ser donde tú seas. Donde el sol se va después del atardecer y donde la luna se esconde en el día. Iremos juntos de la mano. Tus dedos son como notas, teclas de piano que se ajustan a la melodía. Mi mano es melodía. Y yo te hago compañía y te dejo acompañarme. Susurros del desierto y del mar, que se fusionan. Se unen a nosotros y a nuestro mundo, donde solo caben dos. El sol nos sonríe y las nubes nos espían. Envidian nuestra compostura. Desean nuestro amor, tan sólido y aterrizado. Tan alocado y escurridizo. Tan en serie y tan único. Es común y no tiene par. Tiene ojos pero no discrimina. Puede correr y no se marcha. Puede descansar y no se detiene. Es sensible y no se quiebra. Es lluvia seca y una tibieza que no abriga, alimenta. Es lo que soñamos al despertar y lo que deseamos imaginar. Es inconsciente y sabe lo que hace. Es consciente y no controla su sentir. Está seguro y tiembla como un niño en la penumbra. Y tan fuerte que se hace débil. Tan débil que se fortalece. Tan bello que encandila, tan brillante que emociona. Es mi amor. Es tu amor. Y si Dios lo permite…un secreto de a Dos. Para quien ama como yo amé. Para quien añora con ternura y extraña con devoción.


"Para quien se duerme con tristeza y despierta con ilusión. Para quien desee reír por un amor que nunca tuvo o desee llorar porque lo tuvo, y no lo supo Amar."


MARIA JOSE VILLAGRA MUÑOZ

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